Comentarios a puerta cerrada
-Lo normal, después del preceptivo calentamiento, sería jugar un minuto, cambiar de campo y que se jugase el segundo tiempo. Creo que si un solo jugador lo demanda, Megía Dávila estaría obligado a pitar el minuto que queda de la primera parte, dar quince minutos de descanso y reanudar la segunda mitad.
-Manolo Herranz, uno de los mejores gestores de Madrid, planteó una cuestión interesante: ¿No beneficia la suspensión al equipo que tiene un expulsado, en este caso el Valencia? No es lo mismo jugar 80 minutos consecutivos con diez, que sólo 45. Para el debate.
-Sabías que Megía Dávila ya ha pitado una vez a puerta cerrada y fue un partido entre políticos de distinta filiación en el Santiago Bernabéu hace unos tres años y que en aquel encuentro se lesionó Eduardo Zaplana.
-Lendoiro ha vuelto a hacer el canelo ante la Justicia Ordinaria, con otro Deportivo-Valencia en Riazor el sábado, que tendrá que ser declarado, por desgracia, de alto riesgo.
Por cierto, qué triste es el fútbol a puerta cerrada, un estadio desangelado. Nos quedaremos con el sonido del golpeo del balón y con las consignas de los entrenadores que se van a oír altas y claras. El premio es mayúsculo para el que pase: unas semifinales de Copa contra el Espanyol.
¿Quién pasará?