Hoy hace un año...

Los que me leéis habitualmente, sabéis que no me gusta hablar de mi. Por eso, pido disculpas a quien moleste y le recomiendo que no siga leyendo este post.
Hoy hace un año que me fui de Marca. Consideraron que ya no era el mejor director para el periódico, me ofrecieron jugar en cualquier otro puesto, pero yo consideré que era el momento de cambiar, de emprender, de abrir nuevos caminos. Al día siguiente, cuando recogía las cajas con mis cosas -que nunca me llevé-, empezó el carrusel de despidos. Caían algunos de los mejores, de los distintos: José Míguelez, Enrique Marín y Javi Matallanas, que aún no ha terminado de descoser la mancheta de Marca que lleva en su corazón. Lo pasé mal. Nunca sabré qué habría pasado si hubiese seguido.
Ahora, con la perspectiva de un año, con la senda marcada, creo que he aprendido muchas cosas. He recuperado a Raquel y a mis tres hijos. Veo más tiempo a mi madre. Juego más y peor al fútbol. Sé quién son amigos de verdad. Estoy feliz con mi blog y con mis nuevos proyectos.
Marca me dio quince años de satisfacciones y una semana de frustración. Fui director con 33 años y humildemente creo que dejé un periódico mejor del que me encontré en 2001: en cifras (EGM y OJD), en credibilidad, en opinión, en suplementos... Mi único mérito era ser uno más de un equipo de gente muy especial, comprometida, con un talento infinito. Ellos saben quiénes son.
Sin ningún rencor, con el tremendo orgullo de haber puesto mi granito de arena, me he acordado de áquel 10 de enero de 2005 y lo he querido compartir con mi nueva familia, los que os 'ducháis conmigo', sabiendo que aquí uno se moja, más que da jabón. Las manchas de leopardo no me las borra nadie.

P.D: Gracias a mi hermano Moisés por no permitir que perdiese ni un solo día la sonrisa y perdonadme todos esta licencia personal...