domingo, octubre 23, 2005

Nadal, el 'microondas'

Rafael Nadal, el contagiador de ilusiones, nos brindó ayer un partido memorable, que ponía colofón a un torneo de Madrid majestuoso. Llegó con la rodilla tocada, pero nada ni nadie pudo pararle. Acaba a la altura de Roger Federer, con once torneos ganados, una cifra sencillamente impresionante. De todas sus virtudes, destacaría por encima de todas su extrema competitividad, como muestra la anécdota que tuve la ocasión de vivir en la redacción de Marca.
Feliciano López y Rafael Nadal vinieron a presentar un torneo. Nadal no era aún el tenista que hoy es. A alguien se le ocurrió la feliz idea de colocar una red de ping-pong y darle una pala de este deporte a cada jugador. Yo no he visto a nadie en mi vida tomarse más en serio una sesión de fotos. Peleaba cada punto como lo hizo ayer en el Madrid Arena.
Rafa encuentra placer en el mero hecho de competir. Disfruta jugando y eso se nota. Su otra virtud es la facilidad para transmitir. Crea una atmósfera especial con la grada y los españoles nos identificamos con su peculiar forma de jugar, que en realidad es con su manera de vivir.