Pito...rreo

La huelga arbitral era una sensacional bacalada, que ha servido para ver lo desgastadas que están las tuberías del fútbol español. Públicamente, el presidente de la Liga reconoce que hace más de cuatro meses que no se habla con el de la Federación. Públicamente, se acusa de que la Federación maneja a los árbitros y los 'chantajea' con ascensos y descensos. Públicamente, un árbitro, Fernández Hinojosa, dice que les toman por el pito del sereno y que les esconden información. Cada uno tira de su lado de la cuerda con tanta fuerza que cuando la han soltado se han caído todos. Nuestro fútbol es de chirigota, está cogido con pinzas por todos sus costados. Es imposible crear cuando dedican el día a apagar fuegos. Nadie en este mundo pensaba que esta 'tonta-huelga' podía acabar con una jornada de Liga con el Barça-Madrid o con el derbi sevillano. A la Federación la disparan con bala desde todos los costados y así, desde su trinchera, sobreviven, desangrándose, con más pena que gloria. A la Liga no le cae tanto, aunque tiene tantos o más argumentos para disparar en su contra. Su gestión es lamentable. El fútbol español es el cachondeo padre. La próxima huelga... de balones.