Zarra, el del gol

Recuerdo sus grandes manos y su pureza. Zarra era un hombre sin cuento, pero con leyenda. Le conocí en una de las fiestas de MARCA con motivo de la entrega de un Pichichi, siempre quitándose importancia, como si el mito no fuera con él, como si aquel gol contra la ‘Pérfida Albión’ en 1950 lo hubiese marcado otro. Rebosaba humanidad. Su gol ante Inglaterra es lo único realmente decente que podemos contar de nuestra historia en los Mundiales. Formó parte de aquella mítica delantera del Athletic, de ésas que se recitan de memoria, y que tanto gusta oír en el anucio de la cerveza: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza.
Nos evoca el recuerdo de Matías Prats, seguramente el mejor comunicador deportivo de nuestra historia, que le llamaba ‘Farra’, porque, al no pronunciar bien la C o la Z, la cambiaba por una F. Zarra representa el fútbol en blanco y negro, nuestros ‘mayores’ de los que tanto debemos aprender.
Me cuenta Gaspar Rosety, que bebe en fuentes de la familia Zarraonaindía, que el Athletic no quiere instalar la capilla ardiente en San Mamés. Para no generar agravios comparativos con otros ex futbolistas. Zarra sólo hay uno. Zarra es Zarra. Espero que Lamikiz se dé cuenta del daño que haría al fútbol español si dejase el cuerpo de Zarra hasta el lunes en el tanatorio…
Luego leo en El Mundo: El presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, adelantó su deseo de que "el domingo sea un día especial, de homenaje a la figura de Telmo", pero que quiere hacerlo "en consonancia con la familia, algo propio del Athletic, sencillo y muy emotivo y que todo el mundo que venga el domingo a San Mamés pueda tener ese recuerdo para siempre y que perviva para valorar lo que Telmo ha sido para la historia del deporte. Zarra va a estar con nosotros y va a formar parte del espíritu del Athletic siempre". O sea campo lleno por Zarra y el mito del Athletic, en el tanatorio… Ojalá lo reconsideren. Zarra no merece que le metan ese gol.