Xavi, donde más nos duele

La crudeza del fútbol se cebó ayer con el cerebro del Barcelona y del fútbol español. Xavi estará seis meses de baja. La brújula se ha roto y queda en el aire el rumbo que tomarán el vigente campeón y el equipo nacional sin su presencia. En vísperas del derbi le destaqué como el factor determinante del Barcelona. A mí me parece que Xavi es el termómetro de un partido. Si juega bien es que su equipo ha tenido mucho el balón y, por tanto, habrá cuajado un buen encuentro. De lo contrario, habrá sufrido más de la cuenta. El mejor partido que le recuerdo con España lo jugó contra Inglaterra y todo el mundo le ha considerado el mejor encuentro de la era Luis. Le ha costado tanto el reconocimiento, que ahora no me gusta imaginarme el Mundial sin él. Es muy difícil de suplantar porque, como dicen los que saben, los mejores jugadores son los que no pierden balones. Xavi es para eso el más seguro. Y no es un jugador replicable. Ojos en la coronilla sólo tiene él. Ahora, sólo le queda mirar para adelante, esperar al diagnóstico definitivo y saber que ayer, al escuchar la noticia, los barcelonistas, los madridistas, los valencianistas, los espanyolistas y todos los ...istas pensamos lo mismo: "¡Qué putada!"