Los caballeros del tenis

El tenis siempre fue un deporte de caballeros. Me gusta eso de que Nadal haya llamado a su máximo rival, el suizo Roger Federer, mientras estaba lesionado para saber cómo se encontraba y si iba a poder estar en el Masters. "Es bueno para el tenis que Federer juegue", ha dicho el manacorí. Representan la nueva hornada de este deporte. Dos jóvenes humildes, trabajadores, jornaleros de cada punto y con un talento desbordante. Se podría decir que son como los tópicos de sus países de origen, Nadal es como el toro: bravo, noble, con casta. Federer, como los relojes suizos, segurísimo.
Desde Shangai hasta Sudáfrica, todo el mundo sueña con una final entre el maestro español y el maestro helvético. Sería el digno colofón a un año en el que se han repartido títulos. En el Masters no hay cuadro fácil. A pesar de las sensibles bajas de Roddick o Hewitt, sorprende encontrarse a tres argentinos y molesta no ver a más españoles.
En el grupo azul, Nadal tendrá que quitarse de enmedio a Agassi, Gaudio y Davydenko. Casi nada. En el rojo, Federer, Coria, Nabaldián y Ljubicic.
Las raquetas están en todo lo alto.