martes, noviembre 08, 2005

Las dos caras del deporte

Apoteósis de Fernando Alonso en Madrid. Por obra y gracia de José Rámón de la Morena, el conductor de nuestros sueños se dio un baño de masas en el Madrid Arena. Más de 10.000 personas le homenajearon. La grandeza del deporte. El ídolo, el héroe ensalzado y aclamado, contando los pocos secretos contables de su monoplaza y sus sentimientos ya desde la calma de haber digerido el éxito más grande de un piloto español en la historia de la Fórmula 1. Antes, en la presentación de Cuatro, dijo a Iñaki Gabilondo que no le gustaba esa fama de borde que tan bien representaba su guiñol. Estando cerca de la gente que le quiere y que le aclama, sintiéndole más cercano es como se conoce mejor al hombre que hay en el deportista. Exhibición periodística, aunque no me gustó, por injusto, que De la Morena no llevase la voz cantante en la charla televisiva de Cuatro.
Nos íbamos a dormir con la sonrisa de Alonso, sabiendo más de su vida y de su coche, pero nos abofeteó la noticia del presunto positivo de Roberto Heras en la Vuelta. Otro golpe al corazón del ciclismo, a su credibilidad y otra posible puñalada al espíritu del deporte.