El Madrid gana, pero da pena verlo

Hacía muchos años que no escuchaba corear 'olés' para el equipo rival del Madrid en el Bernabéu. Ayer ganó, pero aburrió a las ovejas, demostró que no tiene patrón de juego y, si lo tiene, entonces hay que pensar en tomar medidas drásticas. Un Madrid ramplón, timorato, sin fútbol, con muchas bajas y muy pocas ideas. Cansado en la jornada undécima como si estuviésemos en abril. Claro que Víctor Muñoz no entendió que el Madrid de ayer estaba para los 'leones'. Jugó a no perder y eso en fútbol se llama cobardía. El Zaragoza perdió una ocasión única de dar un revolcón a los blancos.
Capítulo aparte merecen los penaltis. El primero, de libro. El segundo, menos claro. A ver qué dice la web del Madrid, que está como el equipo. Sube, pero no se la cree nadie.
Los nombres propios del partido para mí fueron tres: Robinho, que da la cara, las busca, lo intenta. Ayer no estuvo mágico, pero provocó los dos penaltis y, aunque falló uno, fue el único peligro blanco; Movilla demostró en los pocos minutos que tuvo que es el mejor centrocampista del equipo, aunque Víctor quisiera jugar ayer a ser buen entrenador; Diego Milito, un delantero buenísimo, con movilidad que juega de espaldas fenomenal y llega siempre. En La Romareda hay un señor artillero.
No sé si Luxemburgo se irá tranquilo, pero lo de ayer fue una pena de Madrid, una caricatura, aunque gane.
P.D: El Barça ha hecho más en cinco minutos en Getafe (0-1) que el Madrid en noventa.