Gaspar Rosety

Este hermoso vehículo que es internet no sabe de grupos de comunicación, ni de amiguismos, ni de facturas pendientes. Entiende de modernidad, de talento, de mucho talento. Acabo de ver la recién estrenada web de Gaspar Rosety. La presentación está a la altura del comentarista, o sea es la leche. Hay muy pocos narradores que sean capaces de contagiar sus sentimientos. Gaspar no cuenta los partidos, los vive; no retransmite, transmite esos goles imaginarios que llegan por las ondas como jugadas oníricas, pero son tan reales, tan auténticos, tan verdaderos. Dibuja líneas de pase como venas que bombean ese corazón que, de grande, ya ha amenazado con estallarle. Su voz no tiene micro, pero pronto lo tendrá. Por ahora nos conformamos con www.gasparrosety.com. Muy pronto, hará su programa de radio por internet. Si me deja, estaré allí. La vida, como el balón, da muchas vueltas.